viernes, 25 de julio de 2014

LIBRO “CASA HACIENDA SANTIAGO DE PUNCHAUCA”. CAPITULO III: HISTORIA.


ROLANDO ARCIGA SOTO




P
ara la época prehispánica se ha registrado cerca de la Casa Hacienda de Punchauca Sitios Arqueológicos:Cerró Cañón se encuentra en la otra margen del rio, en la ex Hacienda Chuquicorral. Se ha registrado sitios desde el Horizonte Temprano al Intermedio Tardío[1] construidos con piedra canteada y tapial. En la ladera occidental de cerro cañón se ha registrado terrazas, estas no tuvieron un fin agrícola sino de contención[2].El Templo en U[3] de Huacoy se encuentra a 150 m al sur del cause del rio en los terrenos de la ex Hacienda de Huacoy o San Humberto. Fue construido durante la época del Horizonte Temprano, usando shicras[4] y muros de adobe. El montículo central que forma la base presenta un vestíbulo justo al pie del montículo y sobre la plaza este se conecta con un atrio en la parte superior, el brazo nor-oeste se compone de unos tres montículos y el brazo nor-este tenia 4 brazos[5].El conglomerado de montículos de la ex Hacienda Torre Blanca[6] es del periodo Intermedio Tardío, fue construido con cantos rodados, tierra y muros de contención, ocupaba un área de 15.5 hectáreas .También se ha registrado un sitio del periodo Intermedio Temprano en el ex Establo de Punchauca[7].
 
Sobre el nombre de la zona, se ha querido ver un origen Prehispánico. La palabra Punchauca sería la transformación de las palabras Huaca Punchao. La palabra Huaca en quechua hace alusión a lo sagrado, utilizándose la denominación de sagrado a muchos objetos e incluso hasta personas, la categoría de Huaca no solo hace referencia a estructuras como hoy en día la usamos. La palabra Punchau en Quechua significa: día soleado, también se sabe por el Padre José de Acosta que en el Coricancha existió una imagen del sol hecha en oro, que recibía el nombre de Punchau[8].De haber existido un adoratorio o templo en la zona que más tarde le daría su nombre, este debió haber sido construido cuando la zona se encontraba bajo el dominio Inca, aunque queda la posibilidad de que estos hayan renombrado el adoratorio o templo.Al parecer en la zona de Punchauca y cerca de esta; hay muchos sitios prehispánicos, no se ha encontrado un sitio que presente arquitectura monumental de la envergadura de un adoratorio importante o de un sitio Inca. Queda la posibilidad de que el sitio del adoratorio aún no se haya ubicado, pudiendo encontrarse en la zona de Punchauca o aledaña a esta.Una posibilidad es que el adoratorio se encontraría debajo de la actual Casa Hacienda. La Superposición de estructuras Coloniales sobre Prehispánicas, aunque no esta tan común en la costa como en la sierra, no debe ser descartada.También debe quedar clara la posibilidad que nunca haya existido una estructura con el nombre de Huaca Punchau, pues como mencionamos Huaca es sagrado y sagrado para el pensamiento andino puede que incluso ser el paisaje, Punchauca.
Una vez conquistado el Perú por los españoles, El Cabildo Limeño en el año de 1543 entrega 12 fanegadas[9] de tierra en Punchauca a Don Nicolás de Rivera [10] quién fue uno de los Trece de la Isla del Gallo, primer Alcalde de Lima en 1535 y Caballero de la Orden de Santiago[11]. Posteriormente, en 1556, compró en remate público 40 fanegadas de tierras a los Curacas Collí Francisco Yangue y Don Cristóbal Yangue, ambos caciques[12] importantes del valle del Chillón[13].Después de la muerte de Don Nicolás de Rivera, su viuda Doña Elvira Dávalos ante la orden del Virrey Don García Hurtado de Mendoza, IV Marques de Cañete de dar la confirmación de posesiones de tierra en 1593, confirma la posesión de 116 fanegadas de tierra al Licenciado Francisco 5Coello representante del Virrey en 1594[14].

A la muerte de Doña Elvira Dávalos sus hijos y herederos venden las tierras en Punchauca, es así que la compra Francisco Donoso en el año de 1599.Francisco Donoso paga 1900 piezas de plata de 8 reales[15], por las tierras de Punchauca[16].En el año de 1604 los acreedores de Francisco Donoso rematan sus bienes, siendo comprada las tierras en Punchauca, por Diego Pérez de Araus Figueroa. Se pagó por las tierras 22 000 piezas de plata de 8 reales[17].

En 1628 muere Diego Pérez de Araus y Magdalena de Velasco su viuda, muere algunos años después. Las hijas de ambos en 1634 deciden repartirse las tierras de la hacienda. Doña Francisca de Araus y Velasco, se quedaría con la parte sur, la cual se llamaría Huancoy[18], y Doña Catalina de Arrieta con la parte norte, la cual se quedaría con el nombre de Punchauca, recibiendo cada una su parte correspondiente para el año de 1635.Se menciona que para dicha repartición la hacienda fue tasada por el Capitán Pedro Fernández de Córdoba, quien registra casas, ranchos[19], molinos[20], trapiches[21], capilla[22], caminos, ganado y 48 esclavos. Con un precio total de 93 000 piezas de plata de 8 reales[23].

Para 1634, es la primera mención que los documentos dan de estructuras en la Hacienda de Punchauca, lamentablemente el documento no da referencia de donde se ubicaban estas casas, ranchos y molino. Siendo muy difícil comprobar que lo que se aprecia en la actualidad, son los descritos en esa época.

Después de la repartición de la hacienda en 1635 Doña Catalina de Arrieta se casa con Don Manuel Ríos Salazar en 1639, Doña Catalina entrega como dote las chacras y tierras de Punchauca. La hacienda estaba tazada en 65 000 piezas de plata de 8 reales, con una extensión de 75 fanegadas de tierra[24].En 1650 Doña Catalina de Arrieta con su marido Don Manuel Ríos Salazar y Doña Francisca de Araus y Velasco con su marido el General Juan Vivanco Sarabia, por mutuo acuerdo vender las dos Haciendas a Diego Gonzales Terrones, el precio tazado fue de 98 000 piezas de plata de 8 reales[25].Es así que por un tiempo la Hacienda Huacoy o San Huberto y Hacienda de Punchauca son de nuevo una sola hacienda. En 1653 Diego Gonzales Terrones y Doña Juana Godines de Luna, su mujer, vendieron la Hacienda de Punchauca, quedándose con la de Huacoy, a la Señora Doña Anna Ternero de Arrieta, cuyo esposo fue el Doctor Don Alonso de Solorzano y Velasco, del Consejo de su Majestad y su Oidor en La Real Audiencia de Charcas[26].El precio tazado por hacienda fue de 56 960 piezas de plata de 8 reales[27].

En el año 1693, la hija de la Señora Doña Anna Ternero de Arrieta. La Señora Doña Francisca de Solorzano y Velasco, viuda del General Don Juan Nicolás Roldan Dávila, Caballero de la Orden de Santiago, vende la hacienda con su molino, al Doctor Don Pedro de la Daga y Vargas.El Doctor pagó por la hacienda, su molino y todo lo que contenía, la cantidad de 38 000 piezas de plata de 8 reales. En 1694, el Doctor Don Pedro de la Daga la vende al General Don Martin Joseph Muños Mudarra de la Serna, Márquez de Santa María. El Marques paga por la hacienda, casas, molino, esclavos y ganado, el precio de 49 200 piezas de plata de 8reales. Tiempo después, heredaría el hijo del Márquez, Miguel Joseph Muñoz Mudara y Roldan, quien también heredaría el título nobiliario de su padre[28].

En 1741, el Márquez Miguel Joseph Muñoz Mudarra y Roldan es Alcalde de Lima, para el año de 1744 contrae matrimonio con Francisca Javiera de Salazar Castejón Zarate. En el mismo año vende la hacienda al Licenciado Don Francisco de Paz Presvitero, quien paga la cantidad de 22 000 piezas de plata de 8 reales[29].

Desde antes de 1778, la Hacienda de Punchauca perteneció a Don Lucas Vergara Pardo y Rosas, Caballero de la Orden de Santiago y Regidor Perpetuo[30] de la Ciudad de Lima, quien heredó de su padre Don Lucas Vergara y Pardo, Regidor Perpetuo de la Ciudad de Lima.Aunque en verdad la hacienda fue comprada por la Madre de Don Lucas Vergara Pardo y Rosas, Doña Rosa de Rosas y Zegarra, y que esta puso la hacienda a nombre de su esposo Don Lucas Vergara y Pardo[31].La Hacienda de Punchauca, debió ser comprada por Doña Rosa de Rosas y Zegarra antes de 1778, pues para ese año Don Lucas Vergara, estaba reclamando al cabildo de Lima el sueldo atrasado de su padre difunto como Juez de Aguas y Regidor de la Ciudad de Lima[32].

Es para esta época, que Don Lucas Vergara Pardo, se adjudica el hecho de cambiar el nombre de la hacienda. Como ya se ha mencionado, el nombre antiguo de la zona termino transformándose en la palabra “Punchauca”, con la cual se la conocerá hasta el día de hoy. Muchas personas conocen a la hacienda solo como Punchauca y muy pocas se refieren a ella como Santiago de Punchauca, esto incluso ocurren entre los círculos académicos.Para el año 1796, Don Lucas Vergara Pardo y Rosas, arrienda su hacienda que el mismo ha nombrado Santiago de Punchauca, a los Hermanos Don Pablo Guerra y Don Carlos Guerra[33].La adición de Santiago al nombre original de la hacienda, puede estar en el hecho que Don Lucas Vergara Pardo pertenecía a la Orden de Santiago (Fig. 3 y 4). Para un hombre de una Orden Religioso-Militar, que supuestamente debía luchar por la religión y la fe, tener una propiedad con un nombre que consideraba pagano debía ser inconcebible. Es así que en el nombre quedaría antepuesto a lo pagano lo cristiano.Aunque es la primera vez que en un documento de la época, alguien se adjudica el hecho de agregar al nombre antiguo de la hacienda, el de Santiago, cabe la posibilidad que otro dueño ya hubiera ante puesto el nombre de Santiago al nombre antiguo de la hacienda. Si vemos el fundamento que hemos mencionado para qué Don Lucas Vergara Pardo ponga a su Hacienda Santiago, tenemos que tener en cuenta que antes de él, Don Nicolás de Rivera y el General Don Juan Nicolás Roldan Dávila pertenecieron a la Orden de Santiago, y que cualquiera de los dos pudo haber ante puesto el nombre de Santiago, al nombre antiguo de esas tierras. La verdad es que en los documentos del Archivo General de la Nación, ya está registrada con el Nombre de Santiago de Punchauca desde 1599,[34] .A pesar que para 1796 Don Lucas Vergara Pardo y Rosas, se adjudica el hecho de él haberle agregado el nombre de Santiago.

Don Lucas Vergara, arrienda por 9 años la hacienda desde 1796 y pone como condición que se debe construir en la casa una capilla en el lugar que él ha de escoger[35].La capilla mandada a construir por Don Lucas Vergara, se trataría de la actual que se aprecia en la casa. Esta capilla presenta una bóveda de Medio Cañón[36]. Su planta es de forma rectangular formando una unidad con la sacristía. La crujía o unidad capilla-sacristía, rompe con la forma original de la planta de la Casa[37], que fue rectangular, además su construcción quita espacio a la sala, es así que por la construcción de la capilla-sacristía, la sala quedaría con 6 ángulos en su planta y no con 4, que normalmente tiene todas las habitaciones de la época colonial por ser construidas con el sistema de crujías.
Un documento del Archivo General de la Nación de 1820 del escribano José escudero de Sicilia nos describe la nueva capilla.

La capilla con techo de medio punto, cubierta de cerchas[38] entabladas de madera, y en su interior un retablo[39] de madera, su cuerpo de cuatro columnas, y nicho[40] en el medio con la Imagen de Nuestra Señora del Rosario y en su ático[41] un bulto del Apóstol Santiago a Caballo”[42]

La descripción del techo de la capilla coinciden con la actual, además la descripción del retablo hace referencia a uno que existió en el interior de la capilla hasta hace unas décadas.

Antes en 1803, Don Lucas Vergara Pardo y Rosas, vende la hacienda a Don Juan Jimeno. El precio que se pagó fue de 50 000 piezas de plata de 8 reales [43]Es muy posible que la construcción de la capilla no haya estado concluida para 1803 y muy posiblemente sea Juan Antonio Jimeno quien la concluyó. Don Juan Jimeno en años posteriores solicitaría al Arzobispado de Lima, que la capilla familiar de su hacienda se pudiera convertir en capilla pública[44].En 1820, Don Juan Antonio Jimeno, vende la Hacienda de Santiago de Punchauca a Don Jacinto Jimeno, Capitán del Regimiento de Infantería de Lima de Voluntarios.La casa de la hacienda, fue tazada en 8 529 piezas de plata de 8 reales, el valor total de la hacienda con todo lo que contenía fue de 61 230 piezas de plata de 8 reales y una de 6 reales[45].

En 1821, los dueños de la hacienda Santiago de Punchauca eran Don Jacinto Jimeno y su esposa Doña Mariana Domínguez, quienes recibirían en su hacienda a El General Don José de San Martin y Matorras y el Virrey José de la Serna y Martínez de Hinojosa, I Conde de los andes(Fig. 5).

La conferencia se llevó acabo para llegar a un tratado que pondría fin a la guerra entre España y las fuerzas independentistas en el Perú, al mando del General Don José de San Martin. La conferencia en la Hacienda fue gestionada por el representante del nuevo gobierno constitucional de España, Don Manuel Abreu.

El General Don Tomás Guido, Ayudante de campo y testigo presencial en la famosa entrevista, la describe así:
Se acordó en la misma ocasión que, ratificado que fuese el armisticio, los generales la Serna y San Martín, acompañados de sus respectivos diputados y demás personas que convinieren, tuviesen una entrevista en el día y lugar que se designare, “para que vencidas las dificultades que por una y otra parte se presenten, decíase, procedan inmediatamente a ajustar el armisticio definitivo”. Habiéndose seguido las negociaciones sin interrupción en los términos de una cordial franqueza, invitaron los diputados independientes a los de la junta, el 30 de Mayo para que, de conformidad a lo acordado, tuviese lugar en la mañana del siguiente día, en la misma hacienda de Punchauca, la proyectada entrevista de los generales; anunciando al propio tiempo que el General San Martín “estaba dispuesto a concurrir a ella acompañado del jefe del Estado Mayor del Ejército de su mando, de dos jefes superiores, un ayudante de campo, un oficial de ordenanzas y cuatro soldados, la misma comitiva que el señor Don José de la Serna podía designar si gustase”.

La invitación fue en el acto aceptada. Mas sólo el 2 de Junio, a causa de una indisposición del Virrey, pudieron avistarse los campeones en cuyas manos estaba entonces la suerte del Perú. Desde el día 19, el General San Martín se puso en marcha para el lugar de la cita. Formaban su séquito los renombrados coroneles Las Heras, Paroissien, Necochea; los tenientes coroneles Spry, Raullet y cuatro ordenanzas: En el Campo de Carabayllo, a las cinco de la tarde, encontráronle sus diputados a quienes se había agregado el General Llano y el Capitán Moar. Juntos se dirigieron al punto convenido. El día 2, a las 3 y tres cuartos, salieron a recibir al Virrey del Perú -y General en jefe del ejército del Rey- Llano, Las Heras, Paroissien, Necochea, Guido y Don Juan García del Río. Avistáronse con él al sur de Huacoy; venía acompañado del General la Mar, el Brigadier Monet, el de igual clase Canterac, famoso por su denuedo y constancia, y los tenientes Coroneles Landázuri, Ortega y Camba, el inteligente militar a cuyas memorias hemos apelado y apelaremos todavía en el curso de esta relación. La comitiva, escoltada por cuatro dragones españoles, llegó a las 3 y cuarto a Punchauca. Al aproximarse a la casa donde se le aguardaba, el general San Martín adelantóse al vestíbulo, y al estar al habla con los que venían y que se habían agrupado, preguntó con aire placentero quién de aquellos señores era el General la Serna. Este distinguido caballero español, de gallarda presencia y nobles modales, que traía oculta debajo de la sobrecasaca la banda carmesí, distintivo de su autoridad, diósele a conocer. Entonces se acercó a su caballo, y luego que el virrey puso el pie en tierra, lo abrazó estrechamente, saludándole con estas afectuosas palabras: - “Venga para acá; están cumplidos mis deseos, general, porque uno y otro podremos hacer la felicidad de este país.” La Serna le correspondió con igual cordialidad, y ambos del brazo entraron al salón, precedidos de aquellos briosos militares que por primera vez se contemplaban con mutua admiración y respeto. La primera media hora se pasó en tomar algunos refrescos y en esa conversación franca y animada, usual entre los hombres de armas de origen distinguido y culta educación. “Los protagonistas de esta escena, apartáronse durante algunos minutos y conferenciaron a solas. En seguida San Martín invitó a la Serna, los jefes principales y ambas diputaciones, a pasar a la pieza inmediata, en donde se reunieron presididos por uno y otro personaje. Entonces el general del Ejército Unido tomó la palabra, y dirigiéndose al caudillo español, le dijo con voz firme estos o idénticos conceptos: “General, considero este día como uno de los más felices de mi vida. He venido al Perú desde las márgenes del Plata, no a derramar sangre, sino a fundar la libertad y los derechos de que la misma metrópoli ha alarde al proclamar la constitución del año 12, que V.E. y sus generales defendieron. Los liberales del mundo son hermanos en todas partes, y si en España se abjuró después esa constitución, volviendo al régimen antiguo, no es de suponerse que sus primeros cabos en América, que aceptaron ante el mundo el honroso compromiso de sostenerla, abandonen sus más íntimas convicciones, renunciando a elevadas ideas y a la noble aspiración de preparar en este vasto hemisferio un asilo seguro para sus compañeros de creencias. Los comisionados de V.E., entendiéndose lealmente con los míos, han arribado a convenir en que la independencia del Perú no es inconciliable con los más grandes intereses de España, y que al ceder a la opinión declarada de los pueblos de América contra toda dominación extraña, harían a su patria un señalado servicio, si fraternizando con un sentimiento indomable, evitan una guerra inútil y abren las puertas a una reconciliación decorosa.

Pasó ya el tiempo en que el sistema colonial pueda ser sostenido por la España. Sus ejércitos se batirán con la bravura tradicional de su brillante historia militar. Pero los bravos que V.E. manda, comprenden que aunque pudiera prolongarse la contienda, el éxito no puede ser dudoso para millones de hombres resueltos a ser independientes; y que servirán mejor a la humanidad y a su país, si en vez de ventajas efímeras pueden ofrecerle emporios de comercio, relaciones fecundas y la concordia permanente entre hombres de la misma raza que hablan la misma lengua, y sienten con igual entusiasmo el generoso deseo de ser libres. No quiero, general, que mi palabra sola y la lealtad de mis soldados, sea la única prenda de nuestras rectas intenciones. La garantía de lo que se pactare, la fío a vuestra noble hidalguía. Si V.E. se presta a la cesación de una lucha estéril y enlaza sus pabellones con los nuestros para proclamar la independencia del Perú, se constituirá un gobierno provisional, presidido por V.E., compuesto de dos miembros más, de los cuales V.E. nombrará el uno y yo el otro; los ejércitos se abrazarán sobre el campo; V.E. responderá de su honor y de su disciplina; y yo marcharé a la península, si necesario fuere, a manifestar el alcance de esta alta resolución, dejando a salvo en todo caso hasta los últimos ápices de la honra militar, y demostrando los beneficios para la misma España de un sistema que, en armonía con los intereses dinásticos de la casa reinante, fuese conciliable con el voto fundamental de la América independiente”. “Aludiendo García Camba en sus memorias a esta proposición, que presenta en resumen, dice con picante llaneza: “Apoyada por el comisionado regio y sus dos socios Llano y Galdiano, en contravención de un artículo de las instrucciones reales, puso al virrey en embarazo para salir con habilidad de aquella verdadera Zalagarda”. “El hecho es que la Serna, sus diputados y sus jefes, escuchaban las palabras de San Martín con signos inequívocos de contentamiento y calurosa aprobación; y sin poder el primero disimular su obsecuencia a los designios que acababan de exponérsele, aplazó discretamente, en una alocución concisa y expresiva, el tomar en negocio de tanta trascendencia una resolución definitiva, prometiendo contestar en el corto espacio de dos días.

“Transportes de gozo y la fraternización más completa siguieron a esta escena. Adelantándose la imaginación a los sucesos, se entró luego a discurrir sobre el día y la forma en que las tropas de los dos ejércitos, reunidos en la plaza de Lima, deberían concurrir a solemnizar el acto de la declaración de la independencia peruana. Avenidos en estos puntos y de acuerdo en la traslación de la comisión pacificadora de Punchauca a Miraflores, para mayor facilidad en las comunicaciones, convirtióse la casa en la gran tienda de un cuartel general, en que americanos y españoles se felicitaban con efusión por el término de una guerra obstinada y por la perspectiva del más risueño porvenir. “A las cinco de la tarde se sirvió una mesa frugal a cuya cabecera se sentaron los dos famosos caudillos, quienes, a juzgar por su radiante alegría, habían completamente olvidado su rivalidad y la distinta ruta a que les empujaba la fortuna. El buen humor, una expansión entusiasta, reinaron durante el rústico banquete. Los jefes que lo presidían se saludaron con expresiones significativas y corteses. Pidió seguidamente la palabra el general La Mar, inspector general de infantería y caballería del ejército español, y después de una corta alocución llena de fuego y del sentimiento americano que desbordan en su pecho, bebió una copa al venturoso día de la unión y a la solemne declaración de la independencia del Perú. El General Monet, circunspecto y moderado, salió de su gravedad habitual y parado sobre la silla para mejor hacerse escuchar, siguió el mismo tema, excitando con los más ardorosos conceptos a festejar aquella memorable jornada. Los oficiales y los comisarios del ejército unido, no cedieron, como es de imaginarse, en la vehemente manifestación de sus votos, a ninguno de sus émulos del ejército real, y el festín convirtióse al cabo en una serie de libaciones entusiastas a la libertad y a la independencia peruana. En un intervalo, San Martín me llamó aparte y me abrazó con calor. Terminada la comida, que fue corta, el Virrey y su séquito se despidieron con señaladas muestras de congratulación, quedándose el general San Martín en Punchauca, de donde a poco tiempo regresó a su campo, mientras sus diputados se preparaban a trasladarse al nuevo alojamiento que se había convenido en las inmediaciones de la capital.”[46]
 


Para 1847 Don Juan Jimeno y su madre Doña Marina Domínguez viuda de don Jacinto Jimeno, arriendan la hacienda a Don José Ausejo.

En 1851 la Hacienda Santiago de Punchauca es rematada por deudas y comprada por el Sr. Senador Don Nicolás de Olivera[47].Después sería dueño de la hacienda Pedro Gonzales de Candamo y Aztorga, en su época considerado uno de los hombres más ricos del Perú, quien estaba casado desde 1845 con Mercedes Iriarte y Odría, matrimonio del cual nacerían Manuel Candamo Iriarte, presidente del Perú en 1879-1866, Carlos Candamo Iriarte y Mercedes Candamo Iriarte[48].

Al morir Pedro Gonzales de Candamo y Aztorga en 1866, deja la Hacienda Santiago de Punchauca en herencia a su hijo Carlos Gonzales de Candamo Iriarte.En 1911, el dueño de la hacieda fue Miguel Echenique y debido a su fallecimiento y por deudas sus herederos la vendieron en 1933 a Luis Nicolini, Ernesto Nicolini y Salvador Giurato, quienes fundan ese mismo año la Compañía Agrícola Punchauca S.A. (CAPSA). Posteriormente, la unión de las haciendas Punchauca, Caudivilla y Huacoy. Dará lugar a la formación de la empresa Sindicato de Inversiones Rústicas y Urbanas S.A. SIRUSA.

En 1974, los campesinos obtienen el beneficio de ser considerados en la Reforma Agraria y 363 socios formaron la "Cooperativa Agraria de Productores Caudivilla, Huacoy y Punchauca[49]".


[1] Cuadro cronológico de las Culturas Andinas Prehispanicas: Litico (20 000 a.c.-6 000 a.c.), Arcaico (5 000 a.c.-1 800 a.c.), Horizonte Temprano (1 800 a.c. -200 a.c.), Intermedio Temprano (200 a.c.- 700 d.c.), Horizonte Medio (700 d.c.- 1200 d.c.), Intermedio Tardio
(1 200 d.c. – 1465 d.c.) y Horizonte Tardio (1465 d.c. – 1532 d.c.)
[2] Pedro Villar Córdova, Las Culturas Prehispánicas del Departamento de Lima ,1935.
[3] los templos en “U” están conformados por una pirámide central franqueada a cada lado por una (o un grupo de) pirámide(s), presenta un patio central entre las pirámides.
[4] Las shicras son bolsa de junco que contenían canto rodado, piedra canteada y tierra fueron utilizadas junto con los muros de contención para crear volúmenes en las estructuras del Horizonte Temprano.
[5] Pedro Villar Córdova , Las Culturas Prehispánicas del Departamento de Lima ,1935. Hugo Ludeña, Investigaciones Arqueológicas en el Sitio de Huacoy, 1973
[6] En el catastro de la Ford-Uni , aparece como conglomerado Huacoy
[7] Pedro Villar Córdova , Las Culturas Prehispánicas del Departamento de Lima ,1935. Jorge Silva, Patrones de asentamiento en el valle del chillón ,1992.
[8]Padre José Acosta, Historia Natural y Moral de las Indias, 1590
[9] Una fanegada es equivalente a tres hectáreas actuales
[10] Apodado El Viejo
[11] La Orden de Santiago es una orden Religioso-Militar fundada en 1151 en el reino de León-España-. ingresar a la orden daba un gran prestigio. El pretendiente que deseaba ingresar en ella debía probar que tres generaciones atrás sus ancestros eran hidalgos, de la misma manera que él ni sus ancestros ejercieron trabajos manuales.
[12] Cacique es un tainismo que entró a la lengua española en el siglo XVI. Originalmente designaba a los jefes de las comunidades taínas de las Antillas. A partir de la expansión colonial española en América, el término fue empleado por los conquistadores para designarla a las autoridades políticas indígenas, sin atender a la diversidad de los sistemas políticos de América ni de la nomenclatura autóctona.
[13] Archivo General de la Nación con fecha de 1744, protocolo 304 y folio 62
[14] Archivo General de la Nación con fecha de 1744, protocolo 304 y folio 624
[15] A las piezas de plata de 8 reales también se le llama peso
[16] Archivo General de la Nación con fecha de 1744, protocolo 304 y folio 626
[17] Archivo General de la Nación con fecha de 1744, protocolo 304 y folio 627
[18] A la Hacienda Huacoy, también se le llamaba Hacienda San Humberto
[19] Rancho es una vivienda rural.
[20] Molino es una estructura que sirve para moler trigo (u otro tipo de grano) utilizando la fuerza del viento o del agua.
[21] Trapiche es un molino dedicado a extracción del jugo de la caña de azúcar.
[22] La capilla es un tipo de oratorio que puede ser independiente o formar parte de una estructura o edificio mayor.
[23] Archivo General de la Nación con fecha de 1744, protocolo 304 y folio 628
[24] Archivo General de la Nación con fecha de 1744, protocolo 304 y folio 628.
[25] Archivo General de la Nación con fecha de 1744, protocolo 304 y folio 629
[26] Desde la creación de al Interdecía de Chuquisaca en 1782 se llamaría Real Audiencia de Chuquisaca. Los jueces que integraban la Real Audiencia se llamaban oidores.
[27]Archivo General de la Nación con fecha de 1744, protocolo 304 y folio 630
[28]Archivo General de la Nación con fecha de 1744, protocolo 304 y folio 631.

[29] Archivo General de la Nación con fecha de 1744, protocolo 304 y folio 619.
[30] Un regidor era un oficial distinguido, cuyo cuidado y celo estaba encomendado el gobierno político y económico de la ciudad.
[31] Archivo General de la Nación con fecha de 1784, protocolo 1721, folio 1.
[32] Archivo General de la Nación con fecha de 1778, protocolo 71 y folios 23.
[33] Archivo General de la Nación con fecha de 1803, protocolo 697 y folios 716).

[34] Archivo General de la Nación con fecha de 1744, protocolo 304 y folios 626.
[35]Archivo General de la Nación con fecha 1803, protocolo 9, folio 718
[36] La bóveda es una cubierta de forma curva que cierra un espacio entre dos muros .La bóveda de medio cañón o también bóveda de cañón es un tipo de bóveda que posee una sección semicircular , generalmente por la prolongación de un arco de medio punto( es un arco que tiene forma de semicírculo) a lo largo
[37] Antonio San Cristóbal, La casa hacienda Punchauca: análisis arquitectónico 2001.
[38] Son elementos rectos para formar triángulos o en algunos casos circunferencias, estos permiten soportar grandes pesos transversales.
[39] Es una estructura arquitectónica que decora el altar de una iglesia se suele dividir en cuerpos (secciones horizontales), calles (secciones verticales) y además en la parte superior presenta un remate o ático.
[40] Nicho es un hueco o concavidad de forma semicircular en una superficie vertical donde se coloca una figura de adorno.
[41] Ático es el elemento de coronación de algunas estructuras y edificios.
[42] Archivo General de la Nación con fecha de 1820, protocolo 219 y folio 33.
[43] Archivo General de la Nación con fecha de 1803, protocolo 697 y folio 714.
[44] Archivo Arzobispal de Lima.
[45]Archivo General de la Nación con fecha de 1820, protocolo 219 y folio 39.

[46] Hall, Basil. Extracts from a Journal, written on the coasts of Chili, Peru and Mexico, in the years 1820, 1821, 1822. 2 vols. Edimburgo: Archibald constable and Robinson Hurst, 1825, p19.
[47] Archivo General de la Nación con fecha de 1851, protocolo 481 y folio 677.
[48] Archivo General de la Nación con fecha de 1865, protocolo año 1865 y folio 224
[49] Archivo Municipal de Carabayllo

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